Partido de lujo el que deparaba el calendario del grupo 3 de Preferente Infantil en el que se medían las caras nuestro Infantil “B” y el Unión Adarve “B”, ambos equipos de primer año.
Los nuestros salían con David; Juan, Pablo, Mauro, Cape; Sergio, Yahya, Muni; Haidar, Saúl, Eom. Esperaban su turno en el banquillo Rubén, Enzo, Jorgito, Bryan e Irazoqui. En la grada apoyando al equipo se encontraban algunos jugadores desconvocados.
Los primeros minutos del partido fueron de mucha intensidad por parte de los dos conjuntos y serían una muestra de lo que nos esperaba por delante. El Sporting se encontraba cada vez más cómodo en el campo hasta que el rival se adelantó en el marcador, donde hubo unos minutos titubeantes a los que los chicos del Infantil “B” supieron sobreponerse. Con marcador desfavorable de 0-1 para el Adarve nos marchábamos al tiempo de descanso.
Pequeñas modificaciones bastaron para hacer una grandísima segunda parte, puesto que la primera fue muy buena. Poco a poco iban entrando desde el banquillo los jugadores cuando el Adarve hacía el 0-2 que, lejos de resultar un jarro de agua fría, provocó en los nuestros una reacción que a la postre serviría para sacar los tres puntos.
Un golazo de Jorge Mencía y otro de Saúl en apenas cuatro minutos ponían las tablas en el marcador. Eran los mejores minutos del Infantil “B” en el partido y cuando más cerca que nunca parecía estar el 3-2, llegó contra todo pronóstico el 2-3 del Adarve a falta de 9 minutos para el final.
Coraje, entrega, carácter y un sinfín de actitudes épicas y valientes hicieron que el equipo revertiera la situación. En el minuto 65, Saúl mandaba al fondo de las mallas una falta lejana con un soberbio zapatazo en el que el portero rival nada tenía que hacer. Lejos de conformarse con el empate, los nuestros siguieron creyendo y peleando hasta el final hasta que en el minuto 72 un córner perfectamente lanzado por Jorgito encontraba a Saúl libre de marca en el segundo palo para golpear el balón a media altura con una fuerza sobrehumana y hacer el definitivo y trabajado 4-3.
El partido fue un claro ejemplo de que cuando se cree y no se da nada por perdido, todo se puede conseguir. Toca disfrutar de la victoria sin dejar de trabajar como EQUIPO, siendo un barco en el que todos deben remar en la misma dirección. El domingo a las 9:30 llegamos a puerto donde haremos una parada que nos enfrentará al Club San Agustín “A”.